Proyecto del Megapuerto de Chancay

La construcción del megapuerto de Chancay en Perú, impulsada por China, está marcando un hito en las relaciones comerciales entre América del Sur y Asia. Este proyecto, que comenzó a tomar forma en 2018, representa una inversión significativa de $3.5 mil millones y es mayormente controlado por Cosco Shipping, una empresa estatal China que posee el 60% de la participación. Con la capacidad de recibir a los mayores buques de carga, el puerto proporcionará un acceso directo a Asia, lo que permitirá a los exportadores reducir el tiempo de envío en aproximadamente dos semanas. Se espera
que el puerto comience a operar a finales de 2024, con la primera fase programada para completarse en noviembre de 2024, coincidiendo con la posible visita del presidente Chino Xi Jinping para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú.

Este nuevo puerto no solo representa un avance en la infraestructura portuaria de la región, sino que también subraya el cambio en las dinámicas comerciales. En la última década, China ha superado a Estados Unidos como el principal socio comercial de América del Sur, aprovechando su necesidad de recursos naturales como la soja, el maíz y el cobre. En Perú, el comercio con China se ha duplicado en el último período, alcanzando $33 mil millones en 2022. Este crecimiento ha permitido a Perú disfrutar de un superávit comercial de $9.4 mil millones con China, mientras que el comercio con Estados Unidos ha permanecido estancado. Además, la inversión china en el país ha sido considerable, sumando alrededor de $24 mil millones en proyectos de minería y energía desde 2012.

El megapuerto de Chancay es parte de la estrategia global de infraestructura de China, conocida como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Este ambicioso plan tiene como objetivo aumentar la influencia de China en el comercio internacional al crear rutas comerciales más eficientes y directas. Sin embargo, esta expansión ha generado preocupación en Estados Unidos, que ha visto cómo su influencia en América del Sur se ha visto erosionada. Se estima que la diferencia en el comercio entre China y Estados Unidos en la región supera los $100 mil millones, lo que refleja un cambio significativo en las alianzas comerciales y políticas en la zona.

Para que el puerto de Chancay sea exitoso, es esencial que se mejoren las infraestructuras de transporte regionales, como carreteras y ferrocarriles. Actualmente, la Interoceanic Highway, que conecta Perú y Brasil, es una vía poco utilizada y requiere una inversión significativa para mejorar su capacidad. El gobierno peruano también está considerando establecer una zona económica exclusiva cerca del puerto, lo que podría fomentar aún más el desarrollo regional y atraer inversiones adicionales. Sin embargo, los desafíos logísticos siguen siendo una preocupación, y las discusiones entre los gobiernos peruano y brasileño están en marcha para abordar estos problemas.

El desarrollo del megapuerto de Chancay en Perú puede impactar a México en varias áreas clave:

  1. Rutas Comerciales: El nuevo puerto ofrecerá un acceso más directo a Asia, lo que podría hacer que algunos exportadores opten por rutas más eficientes a través de Perú. Esto podría disminuir la competitividad de los puertos mexicanos, como Manzanillo y Veracruz, que son cruciales para el comercio entre América y Asia.
  2. Competitividad: Con la capacidad de recibir buques de carga más grandes y reducir los tiempos de envío, las empresas mexicanas podrían enfrentar una mayor competencia en el mercado asiático. Esto podría afectar sus márgenes de ganancia y su cuota de mercado.
  3. Relaciones Comerciales: La creciente influencia de China en América del Sur podría debilitar la posición de México como socio comercial en la región, limitando sus oportunidades para establecer acuerdos favorables con países sudamericanos.
  4. Inversiones Chinas: El interés de China en América Latina podría motivar a México a atraer más inversiones chinas en infraestructura, mejorando su propia competitividad y conexión logística.
  5. Geopolítica: La expansión de la influencia china podría llevar a Estados Unidos a reforzar su presencia en la región, afectando las dinámicas políticas y económicas de México, que se encuentra en una posición estratégica en América del Norte.