La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) expresó su preocupación y llamó a prepararse para «todos los escenarios» tras las amenazas de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, de imponer un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá. Esta medida se vincula a las críticas de Trump hacia ambos países por no tomar acciones suficientes respecto a los problemas de drogas, como el fentanilo, y la migración en la frontera. Aunque la amenaza parece contradecir el acuerdo del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), el director de la AMIA, Odracir Barquera, destacó que aún es necesario esperar a que Trump formalice sus decisiones en enero de 2025, cuando asuma oficialmente la presidencia, para poder reaccionar adecuadamente.

Sin embargo, Barquera subrayó que, independientemente de las decisiones formales, México debe estar listo para enfrentar cualquier escenario económico o comercial derivado de estas posibles medidas. En este contexto, la AMIA hace un llamado a la preparación proactiva, dada la importancia del sector automotriz en la economía mexicana, especialmente con respecto a la exportación de vehículos a Estados Unidos.

Impacto potencial de los aranceles

La amenaza de los aranceles del 25% podría afectar de manera significativa a la industria automotriz mexicana, que depende en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos. En particular, empresas como Nissan tienen plantas de producción en México que abastecen el mercado estadounidense. La posible imposición de estos aranceles podría aumentar los costos de exportación, lo que afectaría tanto a los fabricantes mexicanos como a los consumidores en Estados Unidos.

Preparación ante incertidumbre

El mensaje de la AMIA resalta la necesidad de estrategias preventivas y una respuesta rápida a cualquier medida que Trump pueda implementar, particularmente si estas son anunciadas en los primeros días de su mandato. La situación refleja un clima de incertidumbre en el comercio bilateral, lo que pone de relieve la vulnerabilidad del sector automotriz mexicano ante decisiones políticas de gran impacto.

Repercusiones y ajustes en la industria

Las declaraciones de la AMIA coinciden con los movimientos de empresas como Nissan, que ya está tomando medidas para adaptarse a un entorno económico más difícil, incluyendo la reducción de la producción en sus plantas de Estados Unidos y recortes de personal, lo que demuestra la tensión y la preparación ante posibles cambios en la política comercial internacional.

En resumen, la amenaza de Trump sobre los aranceles es un recordatorio de la volatilidad política y su impacto directo en la industria automotriz y otros sectores clave de la economía mexicana, haciendo aún más urgente una estrategia de adaptación y respuesta rápida a posibles cambios en las relaciones comerciales internacionales.