Estados Unidos y México plantan cara a las importaciones
de aluminio y acero chinos

El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Joe Biden, ha anunciado nuevas medidas para combatir la elusión de aranceles por parte de China en la industria del acero y el aluminio. A partir de esta decisión, se impondrá un arancel del 25% sobre aquellos productos de aluminio que no hayan sido fundidos o vertidos en México, Canadá o Estados Unidos, con el objetivo de proteger las industrias norteamericanas.

  • La preocupación de Washington radica en las prácticas comerciales de China, que ha aprovechado su relación con México para triangular sus exportaciones, permitiendo la entrada de productos con aranceles más bajos al mercado estadounidense. Esta situación ha generado tensiones comerciales entre ambos países, afectando las relaciones en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
  • México, por su parte, se encuentra en una posición delicada. Aunque recibe importantes inversiones chinas, su principal socio comercial sigue siendo Estados Unidos, lo que obliga al país a implementar controles más estrictos sobre los productos importados para cumplir con las demandas de Washington.

Estas medidas también reflejan la voluntad de la administración Biden de proteger a los trabajadores y la producción local, en una línea similar a la política comercial adoptada previamente por Donald Trump. Además, las restricciones buscan frenar lo que Estados Unidos y México consideran prácticas desleales de comercio por parte de China.

Las nuevas tarifas, junto con los informes más rigurosos sobre las importaciones, tendrán un impacto significativo en la industria del acero y el aluminio en Norteamérica. Esta decisión podría agravar la situación de sobreproducción en China, que enfrenta una demanda interna insuficiente para su gran capacidad industrial.